La formación digital del estudiante universitario digital: competencias, necesidades y pautas de actuación
Digital literacy of university digital students: competences, needs and action guidelines
Alba María Hernández-Sánchez 1:https://orcid.org/0000-0002-3245-6868
Rocío Quijano López2 : https://orcid.org/0000-0002-6989-3244
Miguel Pérez Ferra 3: https://orcid.org/0000-0002-3580-6472
DOI: http://dx.doi.org/10.21503/hamu.v6i1.1572
RESUMEN
El presente estudio pretende identificar el nivel de competencia digital del estudiante universitario
al inicio de su formación como futuro maestro o maestra, así como comprender las necesidades de
formación digital en coherencia con su futuro desempeño profesional. De manera que se contraste
que el desempeño de la competencia digital es heterogéneo y carente en función a las habilidades que
implican pensamiento de orden superior.
La población de estudio se compone de 559 estudiantes de primer curso de magisterio de las universidades
de Granada, Jaén y Oviedo que han cumplimentado un cuestionario “ad hoc” validado por
jueces expertos con un alfa de Cronbach de 0.791 de 51 ítems con respuesta graduada tipo Likert
sobre la competencia digital.
El estudio descriptivo evidencia la falta de homogeneidad competencial dentro del grupo de nativos
y nativas digitales. Observándose un buen desempeño generalizado en torno a actividades como el
almacenamiento, la recuperación, la presencia, la participación, el mantenimiento y el potencial
creativo. Mientras que, por el contrario, se muestra un desempeño con claras carencias a nivel de
evaluación y gestión de la información, filtrado y uso crítico, aplicación de disposiciones legales,
creación de materiales y autonomía en la resolución de problemas.
Con todo, el perfil competencial que demuestran los resultados de investigación requiere de una necesidad formativa procesual, práctica, transversal, significativa y contextualizada inminente que desarrolle las habilidades de pensamiento de orden superior de los futuros docentes.
Palabras Clave:Educación Superior, nativo digital, competencia digital, tecnologías. ABSTRACT
The present study aims to identify the level of digital competence of university students at the beginning
of their training as future teachers; as well as to understand the needs of digital training in
coherence with their future professional performance. In such a way as to contrast that the performance
of digital competence is heterogeneous and devoid in relation to the abilities that involve
high order thinking skills.
The study population consists of 559 first-year pedagogy students from the universities of Granada,
Jaén and Oviedo who have completed an “ad hoc” questionnaire validated by expert judges with a
Cronbach´s alpha of 0.791 out of 51 items with a Likert type graded answer about digital competence.
The descriptive study shows the lack of competence homogeneity within the group of digital natives.
We observed a good generalized performance regarding activities such as storage, recovery, presence,
participation, maintenance and creative potential. While, on the other side, it shows a performance
with clear deficiencies at the level of evaluation and information management, filtering and critical
use, application of legal provisions, creation of materials and autonomy in problem solving.
Therefore, the competence profile shown by the research results requires a procedural, practical,
transversal, significant and contextualized imminent formative training that foster high order thinking
skills of future teachers.
Keywords:Higher education, digital native, digital competence, technologies.
INTRODUCCIÓN
El presente estudio es parte de una investigación
de I+D+i, denominada: “Evaluación y desarrollo
de dos competencias genéricas en estudiantes de
primer año del grado de Maestro en Educación
Primaria, con referencia: EDU2015-70491-R”.
El mismo pretende profundizar en la formación
actual del estudiante universitario desde una visión
de “nativo digital” y cuáles son sus necesidades
de formación, con respecto a las TIC, como
estudiante del Título de Grado de Magisterio en
Educación Primaria. La importancia del presente
trabajo surge desde la relevancia que se le confiere
a las competencias transversales en la Declaración
de Bolonia (1999), redefiniendo los espacios de logro a adquirir por los futuros profesionales.
En el presente siglo la evolución tecnológica ha
repercutido de forma significativa en todas las
áreas de la sociedad, concretamente en la Educación
Superior, tanto a nivel de institución educativa
como en las características de los estudiantes
(Gisbert & Esteve, 2011). Bajo este marco se han
generado nuevas modalidades de formación que
redefinen los fines formativos. Estas circunstancias
auspician procedimientos que permiten a
los estudiantes generar conocimiento a partir de
la información previa. Ello sitúa a la competencia
digital más allá de acciones que la reduzcan
a la búsqueda y difusión de información. Por
el contrario, también aborda el desarrollo de la capacidad de seleccionar la información, entenderla,
procesarla, organizarla y transformarla en
conocimiento, aplicándola a diferentes situaciones
y contextos (Gewerc & Montero-Mesa, 2015;
Pérez-Ferra, Quijano-López, & Ocaña-Moral,
2013). Por lo que la competencia digital constituye
un eje transversal necesario en la formación
de los universitarios (Gabarda, Rodríguez-Martín
& Moreno-Rodríguez, 2017), razón por la que
la situación actual de la formación de los futuros
profesionales de la docencia está mediada
por el uso de la competencia digital (Sandoval,
Rodríguez-Alveal & Maldonado, (2017), ya que
promueve el desarrollo de la empatía, la escucha
activa, la asertividad o la capacidad persuasiva
(Núñez-López, Ávila-Palet & Olivares-Olivares,
2018). Ello comporta: obtener información, gestionar,
generar y difundir conocimiento. Además,
de ser un recurso que articula procesos metodológicos
en la formación.
Cabría preguntarse cómo afecta a nuestros estudiantes
de magisterio la irrupción de las tecnologías
en la formación y aprendizaje de los mismos,
así como el hecho de que sean o no capaces
de desenvolverse con ellas (Snell-Siddle, Snell &
Fisher, 2017). Desde 1998 Tapscott utilizó, por
primera vez, la expresión “Generación NET”,
desde entonces han surgido numerosas definiciones
o términos que denominan a los individuos
nacidos después de 1982 (considerada la primera
generación que ha crecido en un entorno completamente
tecnológico) y, según diversos autores
como Gasser & Palfrey (2008) estas generaciones
poseen unas características diferentes a las de las
generaciones anteriores y características comunes
entre ellos mismos (Pedró, 2009). Posteriormente
surgieron denominaciones como “inmigrantes
digitales”, donde no solo se diferencian los estudiantes
en su forma de vestir o de hablar, sino
en su forma de procesar la información y a estos
nuevos estudiantes se les denomina “nativos digitales”,
que se caracterizan porque su lenguaje es el
digital pero el sistema educativo no fue diseñado
para ellos, lo que conlleva repercusiones en el sistema
de formación de Educación Superior, razón
por la que los docentes deben aprender a trabajar
con un lenguaje digital, que no es el suyo y deben
reconsiderar las metodologías y el contenido
a desarrollar en las aulas en función de los nuevos
recursos que tienen a su disposición. La cuestión
no es que las metodologías cambian en la medida
que se utilizan, sino que se articulan y adicionan a
nuevos métodos que se pueden llevar a cabo mediante
recursos y materiales de esta naturaleza.
Pero la formación de los futuros docentes no puede
quedar reducida a la mera adquisición de destrezas
tecnológicas, que siendo necesarias, debe
transcender y abordar la aplicación didáctica de
las mismas (Apple, 2018). Ello supone que los futuros
docentes deben planificar, llevar a cabo procesos
didácticos, tutorizar, etc. Son todas ellas acciones
y procesos en las que la competencia digital
es necesaria para gestionar los recursos digitales,
aunque frecuentemente, las evidencias ponen de
manifiesto que el nivel de fracaso en la gestión de
los cursos en línea es elevado, superando el 60%.
El avance hacia el nuevo rol docente urge a profundizar
en la selección, organización y distribución
de los recursos de información que proporciona
la propia red. La competencia comunicativa
y digital surgen de la integración de entornos virtuales
y personales (Salinas, De Benito & Lizana,
2014), que deben conducir hacia un Humanismo
cívico. Dicho lo cual, la alfabetización digital,
considerada en su más amplia realidad, integra
todas las competencias que un futuro maestro
necesita para desenvolverse de modo efectivo en
la sociedad de la información y el conocimiento
(García-Ávila, 2017).
En este sentido se orienta la definición sobre competencia
digital que aporta la Comisión Europea
(European Parlament and the Council, 2006),
que define la competencia digital como “el uso
seguro y crítico de las tecnologías de la sociedad
de la información para el trabajo, el ocio y la comunicación”,
que se manifiesta en la utilización
de ordenadores para evaluar, guardar e intercambiar
información, entre otros aspectos, así como
participar en redes de colaboración a través de
Internet. Atendiendo a ello, se asume la alfabetización
digital, que comprende el uso adecuado de
la tecnología, la comprensión crítica de la información
y la creación y comunicación de contenido
digital que, relacionados con la competencia
comunicativa, constituyen la base para aplicarlos
al desempeño didáctico.
Con todo, el presente estudio pretende arrojar luz
en torno a los siguientes objetivos:
• Identificar el nivel de competencia digital del
estudiante universitario al inicio de su formación
como futuro maestro o maestra.
• Comprender las necesidades de formación digital
del estudiante en cuestión en coherencia
con su futuro desempeño profesional.
Fines de investigación que parten de la hipótesis
de que el estudiante universitario digital, objeto de
estudio, (como representantes de la generación de
nativos y nativas digitales) muestra un desempeño
de la competencia digital heterogéneo y carente en
función al dominio de las subcompetencias que
la definen (navegación y resolución de problemas
técnicos, disposiciones legales reguladoras de los
derechos de autor, desarrollo, integración y estructuración
de contenidos e interacción a través de
medios digitales y gestión de la identidad digital).
Por lo expuesto es relevante describir en la revisión
de la literatura las cuatro dimensiones surgida
del análisis factorial, que conforman 4 subcompetencias
integradas por diferentes variables que
correlacionan en torno a una misma dimensión,
y aunque responde a una realidad epistemológicamente
contextualizada, tienen como referente
al Institute for Prospective Technological Studies
(IPTS), uno de los centros de investigación de
la Comisión Europea, y responden a los resultados
del Proyecto DIGCOMP (Ferrari, 2013), así
como el “Proyecto Marco común de competencia
digital docente” del Instituto Nacional de Tecnologías
Educativas y de Formación del Profesorado
(2017). Se definen cuatro subcompetencias:
“navegación y resolución de problemas técnicos”,
“disposiciones legales reguladoras de los derechos
de autor”, “desarrollo, integración y estructuración
de contenidos” e “interacción a través de
medios digitales y gestión de la identidad digital”
(Cabero-Almenara & Llorente-Cejudo, 2008).
La competencia digital desde una visión holística
El Marco Común de Competencia Digital Docente
(INTEF, 2017) ofrece una visión amplia de
la complejidad que entraña el aprendizaje de la
competencia digital, estableciendo una estructura
general que incluye las diferentes áreas o subcompetencias
que precisa la figura docente actual.
La subcompetencia “navegación y resolución de
problemas técnicos”, alude a la habilidad para
identificar necesidades y recursos digitales, tomar
decisiones a la hora de elegir la “herramienta” digital
apropiada, acorde a la finalidad o necesidad
y resolver problemas (Aranda, Martínez, Faraci
& Cechich, 2013). Podemos considerar esta
área, junto con la de seguridad, las dos áreas que
son transversales a las áreas de la Información, la
Comunicación y la Creación de contenidos. La
resolución de problemas técnicos alude a las siguientes
unidades de competencia:
• Resolución de problemas técnicos a través de
su identificación.
• Identificación de necesidades y respuestas tecnológicas:
uso de recursos, herramientas…
• Innovación y uso de la tecnología digital de
forma creativa.
• Identificación de lagunas en la competencia
digital.
La seguridad como protección de información y
datos personales se encuentra muy ligada al dominio
instrumental para poder llevar a cabo las
medidas correctas de protección (Solarte, Enriquez
& Benavides, 2015). Y lo mismo ocurre
con la transversalidad de la competencia en resolución
de problemas en lo relacionado con la navegación,
que permite buscar información digital
en red, aspectos que han sido detectados como
elementos de mejora en la formación de los estudiantes
de primer curso del grado de maestros y
maestras (Castellanos, Sánchez-Romero y Calderero,
2017; Napal, Peñalva.Vélez & Mendióroz,
2018). Otros estudios valoran las competencias
técnicas que tienen los futuros docentes (Tondeur
et al., 2015), que se definen como la combinación
de habilidades técnico-procesales, cognitivas
y socio-emocionales, necesarias para vivir, aprender
y trabajar en la sociedad digital (Fraser, Atkins
& Richard, 2013; Nawaz & Kundi, 2010;
Eshet-Alkalai, 2012).
Especial relevancia adquiere la subcompetencia
“disposiciones legales reguladoras de los derechos
de autor y licencias de uso”. Los derechos de autor responden a uno de los aspectos más interesantes
de la propiedad intelectual, en la medida
que aportan soluciones a posibles conflictos que
pudieran surgir en las relaciones entre autores, los
editores y usuarios. Se considera relevante que los
estudiantes muestren interés por su conocimiento;
en aspectos relativas al conocimiento de los
procedimientos por los cuales se puede liberalizar
su obra o hacerla de dominio público, así como
una preocupación por cumplir las normas legales
cuando emite o recibe mensajes digitales (Ramírez
& Arellano, 2015).
La tercera subcompetencia es de vital importancia
debido a que se vincula con otras subcompetencias
de la competencia comunicativa, tales como
la morfosintáctica, el registro lingüístico o la sociolingüística,
en concreto se hace referencia al
“desarrollo, integración y estructuración de contenidos”,
de vital importancia para la construcción
del discurso didáctico. La subcompetencia
de referencia permite elaborar materiales dedicados
a la formación de futuros profesionales de
la educación, atendiendo a diferentes ámbitos de
la tecnología educativa, así como a la formación
de futuros profesionales de la educación (Cabero,
Marín-Díaz e Infante, 2011). Facilitar esa formación,
es oportuno poner a disposición de los profesionales
y futuros profesionales de la educación
un entorno formativo telemático para la adquisición
de diferentes capacidades y competencias
que permitan la utilización de las TIC.
En diferentes investigaciones se ha estudiado, no
solo las carencias que tienen los estudiantes respecto
a la unidad de competencia “desarrollo, integración
y estructuración de contenidos”, a fin de
poder gestionar la competencia digital en contextos
educativos, sino también el “hándicap” inicial
que supone el desconocimiento de principios elementales
de la ciencia didáctica en el primer año
en el que se cursa la carrera (Colomer, Saiz & Bel,
2018). De modo que la mejora de la competencia
digital precisa del desarrollo de las habilidades de
pensamiento de orden superior que son habitualmente
relegadas a un segundo plano de actuación.
Con todo y a pesar de las evidencias científicas que
demuestra la potencialidad de los contenidos digitales
educativos, es necesario “reajustar el sentido
de la formación para los mismos en la misma dirección
del desarrollo profesional, tanto a través de
la formación inicial como la formación continua
para su logro” (Tejada & Pozos, 2018, p. 28).
En último lugar, se aborda la “interacción a través
de medios digitales y gestión de la identidad digital”,
subcompetencia “que permite definir nuevos
escenarios, entornos y posibilidades para la
educación, formación profesional y capacitación
laboral” (Velázquez-Sortino, Gómez-Zermeño &
Alemán de la Garza, 2017, p. 151).
Las posibilidades de la metodología didáctica
aconsejan que los futuros maestros aprendan a
utilizar “herramientas” digitales distintas para interactuar
con los demás, como el correo electrónico,
WhatsApp, redes sociales, etc., que incremente
el potencial de uso de las TIC en el ámbito
educativo, interacción que compromete a cuidar
la imagen en línea de quienes utilizan los recursos
telemáticos y la identidad digital, en la medida
que la interacción digital favorece el incremento
considerable de datos personales en el entorno
digital, coincidiendo, o no, la identidad personal
con la analogía (Giones-Valls & Serrat-Brustenga,
2010).
Los datos que compartimos en los medios, en las
redes digitales, condicionan nuestra vida e incluso
nuestra vida social y laboral. Esta subcompetencia
integra la capacidad de los estudiantes de trabajar
en entornos virtuales y personales, en aspectos
como utilizar herramientas digitales diferentes
para interactuar, que abordan en el ámbito de la
Didáctica el conocimiento de las interacciones
que ha de establecerse entre diferentes fuentes de
información digitales, atendiendo a la actividad
docente que ha de planificar.
MATERIALES Y MÉTODOS
Participantes
El presente estudio estuvo conformado por una
población de 559 estudiantes. Los criterios de inclusión
para participar en el estudio era pertenecer
a las universidades de Granada, Jaén y Oviedo,
así como ser estudiante de primer curso del título de Grado de Educación Primaria. Se parte
de una población inicial de mil cuatrocientos
treinta estudiantes, siendo la muestra mínima representativa
de 304 estudiantes, según la fórmula
“Sample Size Calculator for a proportion (absolute
margin). El perfil de la población participante
se concreta en torno a la siguiente información:
Instrumento
La investigación ha utilizado un instrumento de
medida “ad hoc” con escalas aditivas tipo Likert,
consistente en 51 ítems sobre los rasgos de la
competencia digital. Las opciones de respuesta
utilizadas han sido: “Nunca=1”, “Casi nunca=2”,
“En algunas ocasiones=3”, “Casi siempre=4”,
“Siempre=5” y “No sabe/No contesta”.
La fiabilidad del instrumento se realizó mediante
el Alfa de Cronbach respecto a la totalidad de la
escala es de 0.791. La eliminación de cada ítem
respecto a la totalidad, aporta los siguientes datos
(ítem nº 33= 0.770<0.789=ítem nº 22). No
se suprime ningún ítem, ya que al eliminar respectivamente
cada uno de los ítems, el resultado
no aporta un alfa superior al de la totalidad de
la escala; es decir 0.791. Se aplica el alfa de las
dos mitades para conocer el nivel de consistencia
entre las dos partes del cuestionario; en los ítems
impares se obtuvo un alfa=0.6785; en los ítems
pares un alfa=0.740; por consiguiente, hay una
consistencia razonable en la fiabilidad de los ítems
pares respecto a los impares.
En la validez de constructo se utilizan los mismos
procedimientos estadísticos que en la validez del
cuestionario de competenciales digitales, con resultados
mostrados en la tabla 2. La medida de
adecuación muestral aporta un KMO 0.867,
mientras que la prueba de esfericidad de Bartlett
confirma la existencia de factores subyacentes en
la matriz de datos, siendo α=0.000 y el índice de
discriminación de 0.5, partiendo para realizar la
validez de constructo de 51 ítems. La solución
del análisis factorial, define 4 factores, que integran
21 de los ítems originalmente propuestos
(tabla 3) explicativos del 41.316% de la varianza,
con un índice mínimo de discriminación de 0.5.
Tipo y diseño de estudio
Se aplica el cuestionario “ad hoc” diseñado desde
una metodología de corte cuantitativo con un
análisis descriptivo dentro de un estudio más amplio
pretest-postest que evalúe la aplicación de un
programa formativo a medida, tal y como aplican
e investigan otros autores y autoras como González,
Román & Prendes (2018).
Confidencialidad
El grupo de estudiantes participa de forma voluntaria,
garantizándose la protección de la identidad
de la población de estudio respeto a sus derechos
individuales.
Procedimiento
El presente trabajo se redacta a partir de las fases I,
II, III y IV del proyecto I+D+i del que nace. Siendo
la estructura general de las fases del proyecto
las que se detallan a continuación:
Fase I: Determinación de los grupos de estudiantes
participantes en la investigación.
Fase II: Diagnóstico preliminar de las necesidades
formativas: Análisis y valoración de los programas
ordinarios de formación en los grupos docentes
relacionados con las competencias clave del estudio
y las muestras de estudiantes seleccionadas.
Fase III: Construcción y validación del instrumento
de evaluación: cuestionario ad hoc.
Fase IV: Aplicación del pretest.
Fase V: Diseño y validación de un programa formativo
en línea
Fase VI: Aplicación y evaluación del programa
formativo.
Fase VII: Aplicación del postest.
RESULTADOS
La presentación y análisis de los resultados se disponen
en torno a la estructura del cuestionario de
competencia digital diseñado en coherencia con
las subcompetencias digitales de estudio ya explicitadas.
De modo que la información se organiza
alrededor de los siguientes apartados, aglutinando
y relacionando los desempeños que los componen
(tabla 4):
El acceso a la información
El estudiantado universitario digital que forma
parte de la presente investigación dista de tener
una competencia digital efectiva en términos de
acceso a la información. Por un lado, se observa
que las habilidades a nivel técnico relacionadas
con el almacenamiento y la recuperación de
la información tienen una tendencia mayoritaria
positiva. De manera que en las respuestas de los
ítems de la Tabla 5 visualiza una tendencia general
a poner en prácticas estas actividades de manera
habitual en su mayoría.
Sin embargo, los datos informan de un bajo desempeño
a nivel de la evaluación y la gestión
de la información. Las acciones de evaluación en la Tabla 6 muestran que el acceso crítico a la
información no se sitúa en una posición prioritaria
a la hora de acceder a la misma.
La gestión de la navegación, la búsqueda y el filtrado
de la información son desempeños poco
asimilados en la población participante (Tabla 7):
La comunicación
La participación en línea y la interacción a través
de los medios digitales son acciones que, popularmente,
se presuponen intrínsecas a la propia
idiosincrasia de los nativos y las nativas digitales.
En este sentido, el análisis de la información arroja
un apoyo claro a esta premisa a través de los
siguientes resultados:
Aunque en la mayoría de los ítems hay un alto
porcentaje de la población que siempre o casi
siempre participa e interacciona de forma activa
en línea, el uso concreto de la red para la participación
social de la ciudadanía no es una actividad
que se practique con tanta frecuencia; infiriéndose
así que el perfil de estudiantes digital se identifica
de forma clara con la presencia y la participación
digital pero no tan nítidamente con el uso crítico
y social del medio.
En la línea de la inferencia anterior, se observa
que el desempeño relacionado con compartir información
y colaborar mediante medios digitales presenta carencias significativas en el estudiante
digital ( Tabla 9).
El análisis de las normas de comportamiento a
través de Internet (netiqueta) muestra que la consulta
de las disposiciones legales que regulan los
derechos y los deberes de quienes emitimos y recibimos
mensajes digitales no suele ser una actividad
que se tenga presente en la comunicación en
línea del estudiante digital, “nunca o casi nunca”
65.5%.
Así mismo, aunque los porcentajes sean algo más
alentadores, el resto de ítems relacionados no resuelven
un desempeño generalizado de esta unidad
competencial (Tabla 10).
La gestión de la identidad digital en torno a las
interacciones y participación en el medio muestra
que un 79.8 % cuida la información que se hace
pública “casi siempre o siempre”. Sin embargo, el
acto de revisión que precisa la gestión de la identidad
digital no se completa en un alto porcentaje
del estudiante digital, observándose que el rastreo
de la huella digital en Internet no es un proceso
primordialmente asumido (Tabla 11).
Creación de contenidos
El perfil de estudiante digital generalizado infunde
una visión de competencia creativa de material
digital prácticamente intrínseca a la participación
en el medio. Sin embargo, el análisis de los resultados
obtenidos muestra que la creación de
audios digitales mezclando voz y música además
de la creación de vídeos propios insertando fotografías,
gráficos, fragmentos de películas y textos
tienen un desempeño bajo en un amplio número
de participantes. En sincronía con los análisis
anteriores, se observa que el uso de programas de
edición digital para modificar contenidos propios
o ajenos es un desempeño poco asumido por la
mayoría de los estudiantes. Incluso la creación de
presentaciones digitales combinando imágenes,
gráficos y textos presenta un porcentaje inferior a
la mitad de personas que lo valoran como una actividad
que siempre o casi siempre realizan, como
se presenta en la Tabla 12.
El desempeño que más carencias presenta es el referente
al conocimiento, valoración y aplicación
de los derechos de autor y las licencias en la creación,
integración, reestructuración y gestión de
materiales en línea (Tabla 13).
Tabla 13
Conocimiento, valoración y aplicación de los derechos de
autor (%).
Seguridad
Se observa una visión positiva del desempeño de
acciones para proteger la seguridad en línea en
términos de protección de dispositivos y de datos
personales e identidad digital. El perfil de
estudiantes digital (Tabla 14) realiza operaciones
básicas de mantenimiento y protección de los dispositivos
que utiliza de forma mayoritaria “casi
siempre o siempre” 59.4% y sabe actuar cuando
detecta amenazas de seguridad. Es conveniente
señalar que un grupo importante no tiene la competencia
para autogestionar la protección.
La autoprotección de los datos personales, mostrados
en la Tabla 15, se erige como un desempeño
mayoritariamente asumido, observándose que
se protegen los datos personales sensibles “casi
siempre o siempre” 74.6% y la identidad digital
propia y de los demás “casi siempre o siempre”
75.7%.
Resolución de problemas
La autonomía del estudiantes digital en la resolución
de problemas técnicos es mayoritariamente
baja, observándose que la identificación de problemas
técnicos explicando con claridad en qué
consiste en mal funcionamiento en cuestión es
poco desarrollada “nunca o casi nunca” 41.2%
y que la resolución de los problemas técnicos no
complejos relacionados con los dispositivos y el
entorno digital habitual con la ayuda manual o la
información técnica disponible, tampoco es una
acción que se suela abordar de manera generalizada,
se muestra en la Tabla 16.
Por su parte, los datos del desempeño de acciones
relacionadas con la resolución de problemas a través
del uso de la tecnología de forma creativa y la
identificación de lagunas en la competencia digital,
muestran que hay un porcentaje alentador de
personas que asumen un perfil activo de cambio
hacia la mejora.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Los resultados de investigación obtenidos respaldan
la hipótesis de trabajo, poniendo de relieve la
gran heterogeneidad competencial digital que tiene
el estudiante universitario. Aunque se pueden
sacar conclusiones que explican la capacidad o
falta de la misma para desarrollar la competencia
digital en su futura labor como docentes, se observa
que el hecho de compartir un momento histórico
concreto caracterizado por el predominio
de un lenguaje digital, no significa que los maestros
y las maestras estén previamente preparados
y preparadas para aplicar y valorar la competencia
digital en su ideario y práctica docente.
La reflexión en torno a los resultados compartidos
permite afirmar que hay una clara tendencia
del estudiante digital que presenta un desempeño
que implica habilidades de pensamiento de orden
inferior, focalizados en el almacenamiento, recuperación,
presencia y participación en línea y
mantenimiento y protección. Mientras que, por
el contrario, las habilidades de orden superior relacionadas
con la evaluación y la gestión de la información,
el filtrado, la creación y el uso crítico,
la valoración de derechos y la autonomía en la resolución
de problemas, se aplican con menos asiduidad
(González, Cárdenas & Arellano, 2017;
Moreno-Rodríguez, Gabarda & Rodríguez-Martín,
2016; Rangel, 2018; Torres & Jaimes, 2015).
De manera que, en coherencia con investigaciones
previamente citadas dentro del presente artículo,
los denominados nativos y nativas digitales
no muestran un perfil unificado que incluya una
competencia digital efectiva que les permita adaptarse
a situaciones y contextos diversos a través de
la selección, entendimiento, procesamiento, crítica
y transformación de la información digital.
Estos datos obtenidos podrían adaptarse a la propuesta
establecida por Churches (2009) donde
configura y distribuye las habilidades digitales en
torno al pensamiento de orden superior e inferior.
Evidenciándose que la incorporación del lenguaje
digital y sus aplicaciones no son un factor determinante
y definitorio para el necesario cambio
hacia el desarrollo y asimilación de habilidades
de pensamiento de orden superior dentro de la
tradicional taxonomía de Bloom. Siendo necesario
que el potencial creativo que se observa en el
análisis de los resultados, se oriente más allá de la
presencia y la participación superficial en línea,
hacia una participación crítica y significativa donde
los futuros maestros y maestras se empoderen
digitalmente desde la interiorización y práctica de
habilidades de pensamiento de orden superior.
Con todo, se estima la concreción de pautas de
actuación en torno al empoderamiento y mejora
de la competencia digital de los futuros maestros y maestras requiere de un proceso longitudinal
personalizado, donde se interrelacionan todas las
propuestas de manera progresiva:
• Itinerario formativo trasversal de la competencia
digital que aborde el desarrollo de los
desempeños que implican habilidades de pensamiento
de orden superior.
• La formación tiene que ser comprendida
como un proceso paulatino que parte de las
experiencias, estilos y ritmos de aprendizaje diversos
de los diferentes grupos de estudiantes.
• La adquisición de la competencia digital requiere
de una práctica constante retroalimentada
que cuestiona los modelos tradicionales
de enseñanza y sitúa al alumnado en el centro
de su propio proceso de aprendizaje. De manera
que es necesario tutorizar desde la Universidad
el proceso de adquisición de desempeños
digitales desde la práctica y la experimentación,
desde el aprendizaje del grupo natural y
el análisis metacognitivo de la individualidad
de cada estudiante.
Agradecimiento
A la fuente de financiación de la investigación I+-
D+i de donde se extrae la presente información
de estudio, denominada: “Evaluación y desarrollo
de dos competencias genéricas en estudiantes de
primer año del grado de Maestro en Educación
Primaria”, con referencia: EDU2015-70491-R”.
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Recibido: 05-01-2019 Aceptado: 20-03-2019
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