El uso de las TIC como herramienta de motivación para alumnos de enseñanza secundaria obligatoria. Estudio de caso español
The use of ICTs as a motivational tool for students in compulsory secondary education. A spanish case study
Antonio Jesús Amores-Valencia : Graduado en Ingeniería Mecánica por la Universidad de Málaga. Ingeniero Técnico Industrial especializado en Mecánica. Experto Universitario en Ingeniería Mecánica. Máster Universitario en Tecnologías de la Información y la Comunicación para la Educación y el Aprendizaje Digital por la Universidad Antonio de Nebrija. Máster Universitario en Profesorado de Enseñanza Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas en la especialidad de Tecnología, Informática y Procesos Industriales. Docente en Educación Secundaria en el Colegio Cerrado de Calderón (Málaga). amoresvalencia@gmail.com
Patricia de-Casas-Moreno : Doctora en Comunicación en la rama de Alfabetización Mediática por la Universidad de Huelva. Licenciada en Periodismo. Máster de Comunicación
y Educación Audiovisual, especializada en Comunicación 2.0 y Redes Sociales. Miembro del Grupo Comunicar y del Consejo Técnico de
la Revista Comunicar. Forma parte del Grupo de Investigación «Ágora» (HUM-648). Editora adjunta de la Revista Científica Universitaria «Ágora
Digital». Su línea de investigación está centrada en calidad de los medios de comunicación, los estereotipos, el lenguaje informativo y los hábitos
de la audiencia como punto de partida de propuestas educativas para un mejor consumo por parte de la sociedad. pcasas@nebrija.es
http://orcid.org/0000-0003-1205-8106
Cita recomendada
Amores-Valencia, A. & De-Casas-Moreno, P. (2019). El uso de las TIC como herramienta de motivación
para alumnos de enseñanza secundaria obligatoria estudio de caso Español. Hamut´ay, 6(3),
37-49.
DOI: http://dx.doi.org/10.21503/hamu.v6i3.1845
RESUMEN
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) se han alzado a día de hoy como un
instrumento de gran influencia en la sociedad actual, sobre todo, en el contexto educativo. En este
sentido, el presente estudio se centra en analizar la influencia de los recursos y herramientas digitales
en la educación con la finalidad de motivar a los estudiantes en el aula. En relación a la metodología,
se ha llevado a cabo una investigación exploratoria, optando por una metodología cuantitativa con
el uso de las encuestas como herramienta de recolección de datos. Se ha contado con la participación
de un total de 120 estudiantes de centros públicos, privados y concertados de la etapa de Educación
Secundaria Obligatoria en la provincia de Málaga (España). Entre los resultados se puede destacar
que los alumnos inciden en que su motivación aumenta gracias a la utilización de las TIC. No obstante,
es necesario hacer uso de estas herramientas con el desarrollo de unas correctas competencias
y habilidades digitales. Asimismo, se puede señalar, según los resultados, que la formación de los
docentes no es la adecuada, ya que muchos de los discentes desconocen sobre las múltiples herramientas
y aplicaciones para el desarrollo educativo. En suma, el análisis de este estudio va a ofrecer
información detallada, útil y necesaria para enfocar el proceso de enseñanza y aprendizaje de una
manera diferente.
Motivación, TIC, educación, competencia digital, herramientas digitales.
ABSTRACT
Information and Communication Technologies (ICTs) have become nowadays an instrument of
great influence in today’s society, especially in the educational context. In this sense, the present
study focuses on analyzing the influence of digital resources and tools in the educational field in
order to motivate students in the classroom. Regarding the methodology, an exploratory research
has been carried out. We have selected a quantitative methodology with the use of surveys as a data
collection tool. We had the participation of a total of 120 students from public, private and state-
funded private institutions belonging to the compulsory Secondary Education in the province of
Malaga (Spain). Among the results, it is possible to emphasize that the students recognize that their
motivation increases thanks to the use of ICTs. However, it is necessary to make use of these tools
along with the development of appropriate digital skills and abilities. It can also be noted, according
to the results, that teacher training is not adequate, since many of them are unaware of the multiple
tools and applications for the educational development. In short, the analysis of this study will
offer detailed, useful and necessary information to approach the teaching and learning process in a
different way.
Keywords:Motivation, ICTs, education, digital competence, digital tools.
I. INTRODUCCIÓN
A lo largo de la historia la sociedad se ha ido
transformando debido a la introducción de la
tecnología en ámbitos económicos, culturales o
educativos. Por lo tanto, no se puede considerar
la educación bajo un punto de vista estático, pero
tampoco mostrarse ajena a las nuevas herramientas
y dispositivos tecnológicos existentes. Debido
a esto, el proceso de enseñanza y aprendizaje debe
evolucionar y adaptarse de manera paralela a la
sociedad para atender las diferentes demandas.
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación
(TIC) son recursos que han conllevado un
gran efecto en la vida cotidiana, involucrando a
todos los ámbitos de la sociedad. Esto supone la
necesidad de prepararse para las nuevas particularidades
que se derivan de su uso. En la sociedad
de la información actual, donde el acceso a la misma
se ha convertido en una constante, se han originado
nuevos puestos de trabajo que requieren
de una formación específica en el campo de las
TIC. A causa de esto, la educación debe implicarse
y evolucionar ante estas nuevas circunstancias,
fomentando y proporcionando el acceso a estas
herramientas y recursos digitales al alumnado.
No obstante, con el fin de informar de manera
adecuada y correcta estos conocimientos a los
estudiantes para fomentar su motivación, es imprescindible
que los docentes se formen de acuerdo
con las necesidades y exigencias actuales. De
acuerdo con lo expresado por Hernández (2017),
es necesario trabajar la motivación con el alumnado,
de modo que, no infiera un impedimento
para la enseñanza de los conocimientos, así como
evitar que se convierta en una dificultad para los
docentes en su desempeño diario de impartir clases.
Sin duda, hay que prestar atención a que los
educandos pierden la atención. En este ambiente
de desmotivación las TIC juegan un rol importante
debido a su gran influencia como activadora
de la motivación. Según lo expuesto por Macías
y Manresa (2013), los niveles de motivación y el
grado de interés que presentan los estudiantes se
ven alterados ante el uso de las TIC. Así queda
reflejado cómo estas herramientas tecnológicas
tan usadas en su vida diaria consiguen favorecer
el aprendizaje del alumnado. Además, resulta
muy recomendable la práctica en el aula para
adquirir las competencias digitales que ayuden a
dar respuesta a las nuevas necesidades educativas.
Sin duda alguna, hay que destacar el papel de los
docentes a la hora de implantar estas nuevas tecnologías
en el aula, ya que produce en estos unos
profundos cambios a la hora de aplicar diferentes
metodologías activas.
Las TIC se han incrementado a un ritmo sin precedentes
en el campo educativo. Sin duda, hasta
la actualidad, no se podría entender el proceso de
enseñanza-aprendizaje sin ellas, debido al poder
motivador e influencia positiva que transmite tanto
a estudiantes como docentes. De este modo, el
presente estudio tiene como objetivo general analizar
el nivel de motivación de los estudiantes ante
el desarrollo de contenido a través de las TIC en la
etapa de Educación Secundaria obligatoria. Asimismo,
como objetivos específicos se encuentran:
• Descubrir qué nivel de motivación que presentan
los estudiantes cuando utilizan las TIC.
• Conocer qué herramientas y recursos digitales
emplean en las aulas los estudiantes.
• Mostrar qué importancia tiene para los estudiantes
las TIC en el proceso de enseñanza-
aprendizaje.
• Detectar qué grado de formación tienen los
estudiantes en el campo de las TIC.
Utilización de las tecnologías de la información
y la comunicación y la motivación
En la actualidad, la utilización de las TIC está
presente en la mayoría de las actividades que realizan
las personas a diario. Esto implica que la sociedad
debe estar preparada para adquirir nuevas
competencias sociales y profesionales, y así, no
quedarse al margen de este profundo proceso que
se está produciendo. En particular en el ámbito
educativo, se necesita una formación permanente
del profesorado para otorgar a los estudiantes las
competencias necesarias en el contexto mencionado.
Los estándares educativos deben velar por la
adquisición de conocimientos y habilidades que
puedan ayudar a los discentes en la gestión del
conocimiento. El docente debe ser el guía a través
de estos nuevos medios, asegurando un desempeño
profesional de alta calidad. La formación en
competencias es una necesidad imperativa en el
currículo educativo, sobre todo, si nos referimos
a las competencias digitales para hacer uso de las
TIC. Esto, requiere una formación adecuada para
trabajar paralelamente con el sistema educativo
bajo las premisas de la sociedad red (INTEF,
2017). Además, las TIC están logrando la creación
y transmisión de conocimientos que pueden
ser compartidos a nivel mundial. De esta manera,
se forma una sociedad abierta, en la que se puede
mejorar ininterrumpidamente, gracias a la continua
innovación en los procesos de enseñanza y
aprendizaje. Este puede considerarse como uno
de los principales motivos de la incursión de las
TIC en las aulas, ya que ha pasado de ser recomendable
a casi imprescindible.
La competencia digital juega un papel muy relevante
en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Sin embargo, no debe ser abordado como una
materia en particular, sino integrada en todo
el conjunto de materias. Según Area, Cepeda y
Feliciano (2018), el proceso de aprendizaje tiene
que partir de las TIC, ya que la mayoría de
los estudiantes se encuentran familiarizados con
ellas, obteniendo una mayor motivación. En este
estudio realizado a más de 4.000 estudiantes de
primaria y secundaria de todas las islas de Canarias,
se abordaron cuestiones como el análisis de
las características personales de los participantes,
sus opiniones y valoraciones sobre las TIC, y sus
efectos sobre el aprendizaje. El estudio comprendía
todos los niveles educativos, y únicamente el
39% de los estudiantes coinciden con la etapa
secundaria obligatoria. Para la recolección de datos
se diseñó un cuestionario basado en 18 ítems,
repartido y cumplimentado de manera online.
Entre los resultados más destacados, sé evidenció
que existe una relación entre la motivación y el
uso de las TIC. Los alumnos de la etapa secundaria
obligatoria obtienen un mayor interés sobre
el aprendizaje a través de las TIC; 57.9% siempre
les gusta, 39.7% unos días les gusta y otros se
aburren y 2.4% se aburren. Asimismo, hay una
relación entre el género y la motivación por realizar
trabajos con las nuevas tecnologías. Extrapolando
los datos para la etapa estudiada, se obtiene
que los varones prefieren realizar sus tareas con
las TIC en mayor medida, concretamente en un
58.4%, siendo un 41.6% para las mujeres. Por
último, se aprecia una relación entre disponer
o no de un ordenador para su uso en casa y la
utilización de recursos tecnológicos en clase.
En este aspecto, sólo un 3.8% y un 10.8% respectivamente
siempre se aburren realizando tareas en
clase, mientras que un 62.9% y un 55% respectivamente
afirman que les entusiasma trabajar en
clase con dichos recursos.
Dadas todas estas relaciones, se puede destacar
que los alumnos tienen más voluntad por aprender,
en definitiva, mayor motivación e interés si
su aprendizaje estaba basado en las TIC. Así, el
uso de las tecnologías conlleva un gran impacto
,debido al cambio de metodología en las aulas,
a los nuevos modelos pedagógicos aplicados, lo
cual requiere una formación permanente de los
docentes (Freeman et al., 2017).
Rol del docente como motivador en la utilización
de las tecnologías
Los docentes desempeñan un papel muy relevante
en la educación actual, ya que no se trata de
enseñar los contenidos sino de abarcar el grado
de motivación y de voluntad del alumnado. Numerosas
nociones sobre el rol que desempeñan los
docentes en el uso de las TIC para la obtención de
la competencia digital por parte de los alumnos,
vienen reflejadas en el BOE, y concretamente en
el Anexo II de la 738 Orden ECD/65/2015, de
21 de enero. En ellas, se refleja la potenciación de
metodologías activas y contextualizadas, que consigan
mayor motivación de los estudiantes. Además,
los docentes deben mantener una actitud
positiva hacia la búsqueda de innovación con estas
herramientas para mejorar el modelo pedagógico
y ayudar a los estudiantes en su aprendizaje.
La última legislación en España sobre las TIC, la
Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre y el Real
Decreto 1105/2014, de 26 de diciembre, señalan
la importancia de las herramientas de aprendizaje
en la Educación Secundaria Obligatoria y su
integración en los centros educativos debe ser un
hecho. Sin embargo, existen razones para pensar
que queda un largo camino en la creación y
uso de contenidos educativos virtuales como se
constata en el informe español del programa para
la evaluación internacional de alumnos (PISA,
2015). Cada tres años, este programa examina
el grado de preparación en diferentes áreas temáticas
de estudiantes con una edad comprendida
entre los 15 y 16 años con el objetivo de evaluar
la efectividad de los diferentes sistemas educativos
e intentar captar los avances que se producen. Un
resultado palpable de este informe es la falta de la
competencia digital en los alumnos, el aumento
de la motivación ante el uso de las tecnologías y la
implicación del docente en todo el proceso.
En base a esto último, los docentes deben tener
una gran variedad de estrategias para hacer frente
a las diferentes situaciones que se presentan y a
un aprendizaje cada vez más diverso y complejo.
Se ha pasado de una sociedad industrial, donde
se educaba a través de procesos mecánicos, a
una sociedad del conocimiento en la que hay que
desarrollar habilidades para resolver problemas.
Asimismo, es importante tener una actitud crítica,
gran capacidad de reflexión y decisión, así
como conceder un mayor esfuerzo ante las dificultades
motivacionales y emocionales como el
aburrimiento, la falta de interés, las bajas expectativas
y el alto grado de estrés de los estudiantes
(Rodríguez et al., 2010). En este punto, el docente
debe elegir el papel que juegan las tecnologías
en el aula. Para ello, debe cumplir una serie
de capacidades como, por ejemplo, la tendencia
hacia el trabajo colaborativo y la presencia de las
nuevas tecnologías en el contexto educativo. Asimismo,
el profesor debe procurar empoderar a
los alumnos con la finalidad que estos adquieran
capacidades de reflexión y desarrollo crítico, que
sepan cuestionar el funcionamiento del sistema,
que trabajen bajo el principio de la horizontalidad
o que intercambien mensajes entre sus pares.
Por último, debe jugar un papel proactivo en el
aula, apostando por las humanidades digitales.
Estas son comprendidas como el conjunto de
disciplinas humanísticas que, junto con el uso
de las TIC, desarrollan nuevos paradigmas disruptivos
con el objetivo de incluir críticamente
el pensamiento humanista en la construcción digital
y tecnológica de la sociedad (Rodrigo-Cano,
de-Casas-Moreno & Aguaded, 2018).
Según Castañeda, Esteve & Adell, (2018), es necesario
formar mejor a los docentes en relación a
los conocimientos, habilidades y actitudes necesarias
para promover el aprendizaje del alumno en
este ecosistema identificado por las tecnologías.
Sin duda, la formación docente todavía se plantea
como un reto, habiendo surgido en estos últimos
años el concepto de competencia digital docente.
Por otro lado, el proceso de aprendizaje no puede
ser nunca considerado como una tarea única y
exclusiva de los docentes, sino como un compendio
entre profesores y estudiantes. Según ONTSI
(2014a), los alumnos desempeñan una función
primordial en el aprendizaje. En este punto es
donde se encuentra la problemática actual, ya que
esto implica una verdadera motivación para realizar
las diferentes tareas, dada la baja participación
e interés de los estudiantes que carecen de motivación
ha causado un aumento del fracaso escolar.
Múltiples autores como Lazo (2012) indican que
la organización de las sesiones y la realización de
actividades, incluyendo los procedimientos y recursos
facilitados por el docente, constituyen las
estrategias motivacionales y promueven el aprendizaje
significativo. Esto ayuda a conseguir los
mejores resultados posibles y alcanzar objetivos
tales como el acceso a la información, la adquisición
de competencias y habilidades, la formación
de actitudes y valores, siguiendo unas técnicas o
pautas de trabajo. Por su parte, Arana, Meilán,
Gordillo & Carro (s.f.) describen las estrategias
motivacionales como aquellas que deben potenciar
la curiosidad del estudiante por los contenidos
y tareas a realizar, otorgándoles un dominio
sobre ellas. Además, deben ilustrar al alumnado
sobre la importancia del contenido o la tarea en
la adquisición de habilidades y competencias. Por
último, orientar la atención de los alumnos hacia
el proceso, buscando y desarrollando todos los
pasos que se han dado, desde su idea hasta su valoración
y conclusión.
En cuanto al actuar del docente en el aula, su función
principal es ser mediador, y a la vez disponer
de recursos, materiales concretos, metodologías
(flipped classroom, ABP, design thinking, aprendizaje
colaborativo, gamificación) y actividades,
para lograr que el aprendizaje sea adquirido y
conseguir oportunidades de comunicación entre
los estudiantes. Para llevar a cabo esto, Campos
(2010) propone la utilización de la retroalimentación
(feedback) a través de ejercicios y actividades
que incorporen el aprendizaje explícito (discusiones
grupales, debates, lecturas,…) como el aprendizaje
implícito (proyectos, juegos, experiencias,
…), otorgando al docente los indicadores necesarios
para la evaluación del aprendizaje. Bajo estas
premisas, el docente debe velar por la coherencia
entre sus objetivos y los del estudiante, activar el
interés al comienzo de la clase, mantener la curiosidad
promoviendo desafíos o retos motivadores,
recurrir a ejemplos que se desarrollen en su contexto,
impulsar la autonomía y lograr la adquisición
de las metas propuestas.
La actitud hacia las TIC es un constructo que ha
sido estudiado por diversos investigadores desde
muy diferentes perspectivas, aunque sobre todo
se ha trabajado bajo un componente cognitivo,
afectivo y actitudinal (Torres, 2011). Sin embargo,
el punto de partida es la propia motivación de
los docentes, siendo conscientes de la relevancia
del papel que juegan como agentes motivadores.
Según Castela (2008), los docentes deben tener
una personalidad propia capaz de crear nuevos
escenarios en el aula, generando un clima apropiado
y así aumentar el interés del alumnado para
potenciar al máximo sus capacidades. Todas estas
situaciones creadas, son de vital importancia a la
hora de transmitir, ya que el alumnado es capaz
de adquirir una mayor predisposición si observa
una coherencia y credibilidad en el docente. Sin
embargo, no sólo el profesor es el culpable de la
motivación de los alumnos, sino que tiene que
generarse en el interior de cada uno de ellos. A
raíz de lo anteriormente mencionado, es necesario
indicar una serie de pautas de actuación por
parte de los docentes para afrontar las TIC con un
espíritu motivador y una buena actitud: aprender
de los errores que se comentan; realizar actividades
educativas que fomenten la motivación por
el trabajo; fomentar objetivos a corto plazo para
lograr la satisfacción de los alumnos; comparar y
compartir actividades y dudas con otros docentes
para superar los problemas que surjan; desarrollar
una formación actual en TIC; y planificar una
programación innovadora y creativa (Castellano,
2012).
II. MATERIALES Y MÉTODOS
Participantes
El presente estudio estuvo conformado por una
población de 120 alumnos. Los criterios de inclusión
para colaborar en esta investigación consistían
en pertenecer a la etapa educativa de Educación
Secundaria Obligatoria de la provincia de
Málaga (España). Se contó con la participación
de cuatro centros educativos: Colegio Cerrado
de Calderón (concertado), Colegio La Reina
(concertado), Colegio San José de la Montaña
(concertado) y IES Casabermeja (público). Cada
uno de estos centros atienden al Real Decreto
1105/2014, de 26 de diciembre (BOE de 3 de
enero de 2015), por el que se establece el currículo
básico de la Educación Secundaria Obligatoria
y del Bachillerato (art. 1-12), así como el artículo
3 del Decreto 111/2016, de 14 de junio (BOJA
de 28 de junio), por el que se establece la ordenación
y el currículo de la Educación Secundaria
Obligatoria en la Comunidad Autónoma de Andalucía
(art.13-14). La selección de la muestra se
identifica por ser aleatoria sin atender a estratificaciones
o perfiles determinados.
Instrumento
La investigación se enmarca dentro del tipo
cuantitativa, haciendo una recopilación de información,
a través del uso de encuestas, con la finalidad
de conseguir unos resultados reales y verídicos
de lo que está aconteciendo actualmente en
el aula de los centros educativos españoles. Según
Del Canto y Silva (2013), este tipo de método
emplea la recolección de datos para manifestar
que los objetivos antepuestos se han considerado.
Igualmente, certifican que es significativo partir
de una base numérica y el análisis estadístico para
instaurar modelos de comportamiento y probar
teorías, confirmando la rigurosidad del proceso
de investigación. En este, mismo orden de ideas,
la metodología cuantitativa llevada a cabo va a
ofrecer un enfoque exploratorio-descriptivo, gracias
a la exposición de la media y desviación típica
de las respuestas.
Tipo y diseño de estudio
En la elección del instrumento de análisis, se ha
considerado lo referido por López & Fachelli
(2015), que las encuestas son unas técnicas de investigación
científica cuyo objetivo es conseguir
medidas sobre los conceptos que proceden de un
problema concreto. En las encuestas hay que señalar
debidamente los rasgos y condiciones, y la
recogida de datos. Además, con la ayuda de dicha
herramienta desarrollada se observan dos supuestos,
que validarán el estudio: en primer lugar, los
ítems proporcionados permitirán responder al
objetivo y, en segundo lugar, con esta acción se
busca la involucración de los estudiantes (Monje,
2011).
La encuesta está conformada por un total de 58
ítems intercalando preguntas abiertas y cerradas,
además de una escala Likert. Estos ítems a su vez,
están divididos en tres dimensiones: a) perfil socio-
demográfico, b) conocimiento y uso de las
TIC y c) motivación, competencias y habilidades
gracias a las TIC (Tabla 1).
La encuesta ha sido validada por un total de 5
expertos en materia de educación con ayuda de
una rúbrica de evaluación cuya máxima puntuación
es 40 puntos. De este modo, atendiendo a
las cuestiones derivadas sobre estructura, contenido
y formato de la herramienta, se ha conseguido
obtener un total de 35,4 puntos. Este resultado
demuestra la viabilidad de la encuesta para la recolección
de datos. Asimismo, ha conseguido un
promedio valorativo del 88.5% (Tabla 2).
Por otro lado, una vez realizada la evaluación
pertinente se ha llevado a cabo la fiabilidad del
instrumento, obteniendo un alto grado de consistencia
interna (K= 0.835). De este modo, según
el alpha de cronbach se puede señalar que se trata
de un instrumento fiable.
Consentimiento informado
La participación de los sujetos de la muestra ha
sido de carácter anónimo, protegiendo sus datos
personales. Los únicos datos que se han identificado
son aquellos concernientes al perfil socio-demográfico
(edad, género, curso escolar, etc). Cada
uno de los estudiantes han participado libremente
y han consentido el análisis de sus respuestas.
Procedimiento
El estudio se desarrolló en tres fases bien enmarcas:
I Fase: Contextualización teórica del estudio a
través de la revisión bibliográficas en bases de datos
de rigor académico. Esta primera fase, ayudó a
identificar las necesidades y problemas del contexto
educativo y estipuló las líneas y/o dimensiones
de estudio para el instrumento de análisis.
II Fase: Desarrollo de la encuesta como herramienta
de recolección de datos. Validación y evaluación
por parte de los expertos. Recolección de
datos, atendiendo a la muestra de estudio seleccionada
para concluir con el análisis de resultados.
III Fase: Exposición e interpretación de los resultados
obtenidos. Por último, se estableció la
vinculación de los datos con los objetivos creados
para este estudio, determinando las conclusiones
más relevantes sobre el mismo.
III. RESULTADOS
Perfil socio-demográfico
En lo que respecta a la edad de los estudiantes
cuestionados, se puede destacar que hay una mayor
prevalencia en la edad de 16 años (30.8%),
seguidos de aquellos de 14 años (23.3%). Por su
parte, los alumnos de 15 (16.7%) y 13 (16.7%)
años han participado de manera equitativa. Sin
embargo, son los alumnos de 12 años (12.5%)
los que han tenido un bajo grado de participación
(Figura 1):
Referente al género, predomina la categoría masculina
55.8% (67) frente a la femenina 44.2%
(53). En relación a los cursos académicos, se
evidencia como el curso de 4º ESO es el grupo
más numeroso con una representación del 34.2%
(41), seguido de 2º ESO con un 24.2% (29). Son
3ºESO con un 21.7% (26) y 1º ESO con un 20%
(24) aquellos que han obtenido una baja representación
del alumnado. Asimismo, un 74.2% (89)
de los discentes cursan en centros concertados o
privados, mientras que tan solo un 25.8% (31) de
ellos pertenecen a centros públicos. Por último,
dentro de esta dimensión, se ha querido valorar
la posibilidad de si los estudiantes han repetido
algún curso académico. Del total de alumnos
encuestados, 115 no han repetido ningún curso
(95.8%), mientras que tan solo 5 estudiantes han
repetido (4.2%).
En resumen, el perfil representativo conseguido a
través de este perfil socio-demográfico es el de un
estudiante de 16 años, hombre, que cursa 4º de
la etapa educativa de Educación Secundaria Obligatoria
en un centro concertado-privado y no ha
repetido ningún curso académico.
Conocimiento y uso de las TIC
Profundizando en los resultados del estudio, se
puede destacar que un 95.8% (115) de los encuestados
declaran tener un Smartphone, siendo
este el dispositivo más utilizado entre ellos. Además,
los sujetos exponen que el portátil 87.5%
(105) y la Tablet 78.3% (94) son los terminales
más demandados después del Smartphone. A estos
datos, hay que sumarle que un 99.2% (119)
de los alumnos han coincidido que hacen uso de
estas herramientas con mayor frecuencia en el
hogar en comparación con la escuela 22.5% (27)
(Figura 2).
Por otro lado, atendiendo al uso y conocimiento
de las nuevas tecnologías, se les cuestionó sobre
la activación de las múltiples redes sociales existentes.
Frente a ello, hay que tener en cuenta que
cómo muchos de los estudiantes son menores de
14 años, era de obligado cumplimiento preguntar
sobre su conocimiento de la edad mínima legal
en España para disponer de una cuenta. De este
modo, se puede evidenciar como un 73.1% (87)
de los encuestados han manifestado que conocían
dicho límite legal. En cambio, tan solo el 26.9%
(32) han seleccionado que no la conocían. Asimismo,
en lo que se refiere al número de redes
sociales activas, se puede subrayar que algo más
de la mitad de la población encuestada, un 61.7%
(74), tienen de 2 a 4 redes sociales activas, un
24.2% (29) tienen de 5 a 8 y tan solo el 9.2% (11)
expone que tiene más de 8 redes sociales activas
en la actualidad. Por último, únicamente un 5%
(6) afirman que tienen sólo una red social activa.
En la misma línea de estudio, hay que hacer hincapié
a las horas que dedican a estar conectados a
Internet y a las redes sociales, demostrando que
un 40% (48) de los estudiantes se conectan diariamente
entre 1 y 3 horas, seguidos de un 39.2%
(47) que reconocen estar de tres a cinco horas
diarias. Por último, un 20.8% (25) de los encuestados
indican que se conectan más de 6 horas a
diario. Además, se puede apreciar cuáles son las
acciones que desarrollan con mayor frecuencia,
como, por ejemplo, hacer uso de las redes sociales
con un 93.3% (112), seguido de los videojuegos
49.2% (59) y la televisión 44. 2% (53) (Figura 3).
Por otro lado, se ha cuestionado sobre los programas
y/o aplicaciones más populares o relevantes
entre los estudiantes. De esta forma, se ha podido
destacar que con un 100% (120), WhatsApp
es la aplicación más popular, seguidamente de
Instagram y YouTube con un 92.5% (111). No
obstante, aquellas aplicaciones con menor repercusión
son Twitter con un 18.3% (22), Skype con
un 13.3% (16) y Facebook con un 5.8% (Figura
4).
Concerniente a la formación que poseen los encuestados
en relación con las TIC, es necesario señalar
que un 71 % (86) afirman ser autodidactas,
así como aprender a través de la práctica escolar
con un 41.7% (50). Además, un 52.5% (63) de
los alumnos han respondido utilizar las TIC en
el aula casi nunca, mientras que un 24.2% (29)
han mencionado que nunca suelen usar las herramientas
tecnológicas. Tan solo un 12.5% (15)
señalan hacer uso de las nuevas tecnologías a diario
y únicamente el 10.8% (13) de las personas
encuestadas han mencionado el uso habitual de
las tecnologías en el aula.
Motivación, competencias y habilidades gracias
a las TIC
Atendiendo al grado de motivación y conocimientos
que tienen sobre las TIC, los valores de
la media son cercanos a 3. Respecto a la desviación
típica, se aprecia que los valores son cercanos
a uno, por lo que no existen diferencias estadísticas
significativas. En referencia a los valores
más elevados, cabe destacar los ítems 23 (3.56),
22 (3.38), 26 (3.38) y 28 (3.31); los cuales están
relacionados con las afirmaciones -Un uso responsable
es fundamental cuando se trabaja con
TIC-, -Las TIC fomentan la motivación entre los
alumnos-, -Son una herramienta adecuada para
utilizarla en el aula- y -Su uso en el aula implica
más beneficios que desventajas-, respectivamente.
Por su parte, los valores que han obtenido una
menor puntuación son los ítems 27 (2.43), 20
(2.61) y 21 (2.77), correspondientes a -Suponen
una mayor implicación de las familias-, -La formación
de los docentes en el área de las TIC es
la adecuada- y -Las TIC permiten adecuar las actividades
a las circunstancias personales de cada
alumno-. En suma, se puede apuntar que los educandos
valoran positivamente las TIC haciendo
que su motivación incremente, aunque destacan
negativamente la formación de los docentes en lo
que se refiere a las nuevas tecnologías (Tabla 3).
Por otro lado, planteando la utilidad de las TIC
dentro del aula, se observa que la desviación típica
refleja valores cercanos a uno por lo que no se
aprecian diferencias estadísticas significativas. En
relación con la media se muestran valores entre el
2 y el 3. Los ítems mejor valorados han sido el 31
(3.02), 34 (2.90) y 29 (2.65), correspondiendo a
-Buscar información en Internet-, -Explicar contenidos-
y -Ver vídeos-. En cambio, los ítems menos
valorados han resultado ser el 33 (2.04), 30
(2.43) y 32 (2.45), aludiendo a -Realizar juegos-,
-Ejercicios interactivos- y -Utilizar aplicaciones-.
En síntesis, se podría decir que los estudiantes
dentro de la etapa de Educación Secundaria Obligatoria
no suelen utilizar herramientas digitales
dentro del aula para fines que no sean explicar
contenidos, buscar información o ver vídeos (Tabla
4).
Tabla 4:
Uso de las TIC en el aula
En referencia al conocimiento que poseen los estudiantes
sobre las múltiples herramientas TIC, la
desviación típica presenta unos valores cercanos a
uno por lo que no se aprecian diferencias estadísticas
significativas. En cuanto a la media, cercanas
a 3, se observan valores dispares, es decir, algunas
de las aplicaciones son muy populares, en cambio,
otras no son conocidas. Los ítems que presentan
mejor evaluación son el 36 (3.88), 38 (3.49), 37
(3.40) y 35 (3.33), siendo estos –YouTube-, -Microsoft
Office-, -Libre Office- y –Edmodo-. Sin
embargo, los ítems menos populares son el 49
(1.18), 40 (1.22), 48 (1.36) y 39 (1.38), -Powtoon-,
-Padlet-, -Symbaloo- y –Mentimeter-. Los
resultados obtenidos, muestran un conocimiento
bastante disímil entre las aplicaciones que se pueden
utilizar dentro del aula (Tabla 5).
Por último y destacando cuáles son las redes sociales
que se utilizan en el aula, la desviación típica
presenta unos valores cercanos a uno por lo
que no se aprecian diferencias estadísticas significativas.
La media extraída, cercanas a 2, de las
respuestas revela que el ítem más valorado es el 54
(2.63) –YouTube-. El resto obtiene unos valores
por debajo de 2, destacando los ítems 58 (1.09),
51 (1.12) y 52 (1.12) –Vimeo-, -Facebook- y –
Twitter-. Tras haber analizado los resultados se
aprecia que el uso de las redes sociales en el aula
es un tema que está a años luz de su instauración,
creando incluso dudas entre los estudiantes. Así,
la única herramienta digital y social destacable se
refiere al uso de vídeos (Tabla 6).
IV. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
De acuerdo a los resultados y confrontándolos con
las investigaciones estudiadas en el corpus de este
estudio (Area, Cepeda, & Feliciano, 2018; Freeman
et al., 2017); se concluye que se ha podido
verificar el objetivo general al ultimar que el dispositivo
más popular es el Smartphone, siendo
utilizado mayoritariamente en el hogar, entre 1
y 3 horas diarias para ver las redes sociales principalmente.
Además, se ha constatado que todos
los encuestados disponen de una red social y que
conocen sobre el límite legal etario en España para
su uso. Por otro lado, manifiestan que la aplicación
por excelencia es el WhatsApp, aunque la formación
autodidacta que han adquirido los estudiantes
les ha permitido utilizar otras aplicaciones y
que la inmensa mayoría (76.7%) casi nunca usan
las TIC en el aula.
Otro aspecto relevante encontrado en los resultados
es que los estudiantes aprecian positivamente
el uso de las TIC dentro del aula, ya que esto desarrollaría
su motivación e intervención en clase. Sin
embargo, presentan una gran inexperiencia respecto
al uso de muchas aplicaciones multimedia. Esto
hace que surjan dudas a la hora de trabajar en el
aula con muchas de las redes sociales, excluyendo
YouTube. Resultados que coinciden con Colás,
Reyes y Conde, (2018), al mencionar que el uso
de las TIC en las aulas promueve la motivación
estudiantil. No obstante, para ello es necesario que
el docente tenga una formación adecuada sobre
la implementación y uso de las tecnologías en los
procesos de enseñanza-aprendizaje.
Hay que destacar que el uso de los dispositivos
tecnológicos se centra, mayoritariamente, para
realizar búsqueda de información, jugar a videojuegos
o interaccionar a través de las redes sociales.
Sin duda, gracias a los dispositivos móviles y al
término de ubicuidad, se puede estar conectado,
comunicado e informado en cualquier lugar y en
cualquier momento. De este modo, es necesario
recalcar que en el ámbito educativo también se deberían
usar estas tecnologías para crear contenidos
digitales, interactuar en entornos de aprendizaje
o participar en comunidades virtuales (ONTSI,
2014a; 2014b).
Centrándonos en estas afirmaciones, se puede
extraer la conclusión a raíz de esta investigación
que los estudiantes aumentan su motivación si
trabajan con las TIC, ya sea en la elaboración de
actividades, en la comprensión de conceptos o en
la búsqueda de información. Pero, hay cierto desconocimiento
de muchas aplicaciones, dado que
gran parte del profesorado no está debidamente
formado en las nuevas tecnologías y, por lo tanto,
no las introduce en el aula (Mayorga, Madrid &
Núñez, 2011), lo cual también se ha podido contrastar
en este estudio.
En este estudio, también se evidencia que los estudiantes
afirman que la motivación aumenta
durante el desarrollo de las clases si se trabaja con
dispositivos y herramientas digitales. Sin duda,
hay que apostar por una enseñanza participativa
en la que se involucre al alumnado, y se le otorgue
el papel de protagonista de su propio aprendizaje.
Por ello, siempre hay que buscar recursos y estrategias
que atraigan su atención y motivación, y en
este sentido, las TIC responden a estos mandatos y
requerimientos. No obstante, estos recursos tecnológicos
han de ser utilizados de manera adecuada
y correcta, para así resultar de gran ayuda a la hora
de trabajar, adquirir y afianzar conceptos en clase.
Con el fin de adaptarse a estas nuevas realidades,
se considera imprescindible que dentro del aula se
utilicen estos recursos tecnológicos y que la formación
de los docentes sea la adecuada. En este
apartado, los estudiantes consideran que los docentes
deben ampliar o actualizar los conocimientos
(Park, Kim, Shon & Shim, 2013; Lee, Lee &
Hwang, 2015).
En los tiempos actuales, es innegable el aumento y
uso de las redes sociales gracias a la irrupción de las
TIC, lo que ha permitido alcanzar dimensiones espectaculares.
Redes sociales como WhatsApp, con
un total del 100% de uso entre los encuestados,
Instagram y YouTube, con un 92.5% cada una o
Twitter, con tan solo el 18.3%, donde la población
comparte con sus amigos y conocidos diferentes
momentos de su vida, a través de fotos, vídeos o
comentarios. A pesar de esta información tan poco
halagüeña, las herramientas existentes son una
fuente inagotable de recursos, que ofrecen multitud
de posibilidades. Estos recursos son vistos
como un elemento integrador dentro del aula, que
van a fomentar la implicación de los estudiantes y
facilitar el proceso de enseñanza, ya que atraen la
atención de los estudiantes y les ayudan a trabajar
de manera diferente posibilitando el afianzamiento
de los contenidos. Aunque, los estudiantes encuestados
están inmersos en la era digital, es curioso ver
cómo no muestran un gran conocimiento de muchas
de las herramientas educativas que disponen.
Agradecimiento
Este trabajo se enmarca en ‘Alfamed’ (Red Euroamericana
de Investigadores), con el apoyo del
Proyecto I+D “ YOUTUBERS E INSTAGRAMMERS:
LA COMPETENCIA MEDIATICA
EN LOS PROSUMIDORES EMERGENTES”
(RTI2018-093303-B-I00), financiado por la
Agencia Estatal de Investigación del Ministerio de
Ciencia, Innovación y Universidades de España
y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
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Recibido: 10-10-2019 Aceptado: 03-12-2019
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