Las tecnologías en el rol de los docentes, estudiantes y padres de familia

Las constantes innovaciones en los dispositivos móviles de uso personal y su conectividad; además de la diversidad de aplicaciones enmarcadas en la tendencia hacía la informática para la gente, han despertado interés en su utilización en muchas áreas; es así como la educación como una acción social no escapa de ese interés, lo que ha generado un cambio sustancial en los roles de los docentes, estudiantes y padres de familia, no solo como medios de comunicación, sino también como recursos para el aprendizaje, debido entre otras cosas al aumento constante en su uso y cada vez más a temprana edad.

Para los profesores de todos los niveles educativos ha sido y sigue siendo un reto el poder adquirir competencias idóneas para el uso y aplicación de las tecnologías en el aula y extra muros, el poder manejar, utilizar y aplicar estos recursos enfocándose en el beneficio para sus estudiantes; así como el poder comprenderlos, decodificarlos y situarlos en sus sesiones de aprendizaje para la enseñanza de los cursos que imparte a sus estudiantes, reto éste en constante evolución y que ha orientado un gran número de investigaciones.

Pero en el caso de los estudiantes, pertenecientes a la generación tecnológica, el uso habitual y cotidiano de esas herramientas crea, en ese sentido, una diferencia abismal en relación a las destrezas para su uso, llevándolos a una mayor complacencia al interactuar con estos medios para realizar sus tareas; más aún si esto implica trabajar en equipo, de manera colaborativa y con metodologías innovadoras, utilizando inteligencia artificial, realidad aumentada, juegos en 2D y 3D y otros tipos de estrategias tecnológicas usando la Tablet, el teléfono móvil u otro tipo de equipo que les permiten sentir la educación-inmersión.

Considerando que los estudiantes de este siglo XXI han adquirido nuevas competencias que van vinculadas con las tecnologías en su formación académica, esto ha implicado también que la familia este dentro de este contexto, viéndose obligado los padres de familia, de la generación del siglo XX en su mayoría, a cumplir nuevos roles como orientadores de sus hijos, sobre todo en aquellos estudiantes que todavía cursan la educación básica, proceso de orientación que en muchos casos se torna bastante frustrante al tener que sumergirse en la omnipotencia de las tecnologías, pero esto no significa que no lo hayan hecho, sino por el contrario, están en todo el proceso de adquirir competencias digitales, que les permitan ayudar a sus menores hijos y poder incidir en el uso correcto de estos medios, no solo como recursos académicos, sino incentivar valores, necesarios en estos tiempos en el que la violencia en las redes e internet se han proliferado.